En el mundo de las dos ruedas, las motos personalizadas representan mucho más que un medio de transporte: son una declaración de intenciones. Surgidas como una contracultura a mediados del siglo XX, estas máquinas modificadas nacieron en garajes y talleres independientes, donde la pasión superaba las limitaciones técnicas. Hoy, ese espíritu sigue intacto, aunque perfeccionado por la tecnología y la ingeniería de vanguardia.
La evolución de las motos customizadas ha sido radical. De las primeras chopper con horquillas exageradas y estética rebelde, se pasó a creaciones más refinadas: café racers, scramblers, dragsters o streetfighters, todas con identidad propia. Actualmente, los preparadores no solo buscan una estética diferenciadora, sino también mejorar la dinámica, el rendimiento y la exclusividad.

Royal Enfield Continental GT Arthur II por Bandit9
Royal Enfield Continental GT Arthur II por Bandit9
Bandit9 ha elevado el arte de la personalización al transformar la Royal Enfield Continental GT en una café racer futurista, bajo el nombre Arthur II. Toda la carrocería está fabricada a mano en una sola pieza de aluminio pulido a espejo, sin soldaduras ni uniones visibles. El resultado es una escultura rodante con diseño monocasco, que recuerda a una nave espacial retrofuturista.
El motor bicilíndrico en línea de 647,95 cc, refrigerado por aire y aceite, entrega 47 CV y 52,3 Nm, manteniendo la mecánica original de la Continental GT. El chasis paramétrico de acero, el escape artesanal, los faros personalizados y los mandos a medida completan un conjunto absolutamente exclusivo. Solo se fabricarán nueve unidades, con un precio cercano a 25.990 dólares.
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¿Qué hace que una moto sea personalizada?
Una moto personalizada es aquella modificada fuera de fábrica, con cambios en carrocería, motor, geometría o acabados estéticos, con el objetivo de expresar la personalidad del dueño o cumplir con una función específica. Puede tratarse de modificaciones leves o reconstrucciones completas desde el chasis.
BMW R 1300 GS PISTA by Puig
Puig ha reinterpretado la versátil BMW R 1300 GS bajo un concepto radical: combinar el espíritu trail con la agresividad de una superbike. Así nace PISTA, una preparación que conserva el ADN del modelo base, pero optimiza su comportamiento en asfalto.
El corazón de esta bestia sigue siendo el bóxer de 1.300 cc, con 145 CV a 7.750 rpm y 149 Nm a 6.500 rpm, pero incorpora modificaciones clave: embrague ajustable, reposapiés deportivos, escape aligerado y mejoras aerodinámicas. La geometría revisada y los materiales premium elevan el conjunto a un nivel superior.
Esta propuesta no busca simplemente lucir diferente. Puig ha creado una moto funcional para conducción rápida y prolongada en ruta, manteniendo la robustez de la GS, pero con una silueta agresiva que sugiere velocidad.

BMW R 1300 GS PISTA by Puig
Triumph Speed Triple RR sobrealimentada por Thorton Hundred Works
Pocas transformaciones son tan radicales como la realizada por Thorton Hundred Works sobre la Triumph Speed Triple RR. Esta preparación, que debutó en Goodwood, prometía alcanzar los 400 CV, aunque finalmente se estabilizó en 230 CV efectivos, frente a los 177 CV del modelo original.
Para lograrlo, el tricilíndrico en línea de 1.160 cc fue reforzado con bielas y pistones forjados, un supercargador Rotrex C30, e incluso un sistema de inyección de agua/metanol. A ello se suma una carrocería integral en fibra de carbono, pensada para reducir peso y mejorar la penetración aerodinámica.
El resultado es visualmente imponente, técnicamente extraordinario. Una moto de competición con matrícula, que reconfigura el límite entre lo posible y lo deseado en el mundo custom.

Triumph Speed Triple RR sobrealimentada por Thorton Hundred Works
Yamaha Super Ténéré Chesterfield Edition por BIKE Factory
El preparador polaco BIKE Factory rinde homenaje al Dakar de los años 80 con esta edición especial basada en la Yamaha XTZ750 Super Ténéré de 1993, inspirada en la icónica YZE750 de Franco Picco.
Esta Chesterfield Edition fue completamente restaurada y actualizada: suspensión delantera mejorada, sistema de escape Arrow, parabrisas tipo Dakar, GPS integrado, manillar ancho y protectores de manos. Todos los consumibles fueron renovados y la estética fue rematada con un acabado galvánico y pintura retro que reproduce la decoración original de competición.
El motor bicilíndrico paralelo original entrega unos 75 CV, y el doble depósito de 55 litros sigue presente, lo que la convierte en una moto ideal para grandes travesías. Una oda al rally africano, con tecnología del siglo XXI.

Yamaha Super Ténéré Chesterfield Edition por BIKE Factory
Ducati Diavel V2 por Mandrill Garage
Encargada por Ducati China, esta Ducati Diavel V2 fue modificada por el prestigioso taller Mandrill Garage, como despedida del modelo en ese mercado ante la llegada de la Diavel V4. La preparación se propuso mantener la esencia deportiva de la Diavel, pero con un enfoque estético totalmente renovado.
El equipo desmontó por completo la moto, reemplazando el subchasis original por el de la XDiavel. Luego escanearon todas las partes para fabricar nuevos paneles mediante impresión 3D, con acabados metálicos que simulan acero cepillado, aunque en realidad están hechos de compuestos livianos.
Destacan las tomas de aire rediseñadas, el sistema lumínico integrado, el asiento a medida y la combinación cromática en negro y rojo, que acentúa el perfil musculoso del conjunto. Un tributo visual, pero con base técnica sólida.

Ducati Diavel V2 por Mandrill Garage
¿Qué hace atractiva a una moto personalizada?
El atractivo de una moto personalizada radica en su exclusividad, identidad única y atención al detalle. Son vehículos que reflejan la personalidad del propietario o del constructor, a menudo superando a los modelos de serie en estética y performance. Cada pieza cuenta una historia, y cada línea está pensada para destacar.
Perfil del usuario ideal
Estas cinco motos personalizadas están orientadas a motociclistas exigentes, con conocimiento técnico, gusto refinado y valores estéticos definidos. No buscan simplemente desplazarse, sino poseer una obra de ingeniería singular que combine performance, diseño y diferenciación. Ya sea un amante del Dakar, un nostálgico del café racer o un purista de la velocidad, hay una custom para cada perfil.
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Opiniones especializadas
Desde el medio Pipeburn, sobre la Arthur II de Bandit9, aseguran: “Este tipo de trabajo no es una simple modificación: es escultura rodante con licencia de calle”. En tanto, el sitio británico BikeBound, al reseñar la Chesterfield Edition, afirma: “Es uno de los homenajes más fieles y funcionales a la era dorada del Dakar que hemos visto en los últimos años”.
Usuarios reales destacan aspectos como la calidad artesanal, la precisión de los acabados y la potencia mejorada. Muchos coinciden en que este tipo de motos se disfrutan tanto al conducir como al contemplar.
En resumen
Técnicamente, cada una de estas cinco personalizaciones demuestra un dominio sobresaliente de la ingeniería aplicada al diseño. Mientras Bandit9 y Thorton Hundred apuestan por la innovación radical, Puig y Mandrill Garage optimizan sobre bases consagradas con criterio técnico y respeto por la funcionalidad. BIKE Factory, por su parte, revaloriza el pasado con precisión quirúrgica.
Desde el punto de vista latinoamericano, el acceso a estas preparaciones es limitado, tanto por disponibilidad como por homologación. Algunas, como la Arthur II, no están pensadas para producción masiva, y otras requieren permisos especiales por modificaciones estructurales o niveles de potencia. Aun así, funcionan como fuente de inspiración para proyectos locales o preparaciones más accesibles.
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