Los radares de inclinación, una innovación reciente en Taiwán, plantean nuevas regulaciones para los motociclistas. Su objetivo es controlar la inclinación de las motos en rutas públicas, una medida que podría extenderse a otras regiones, incluida Europa.
El concepto de estos radares se basa en monitorear el ángulo de inclinación de las motos al tomar curvas. Si este ángulo excede los 30 grados respecto al eje vertical, se activa el radar, capturando una fotografía que podría resultar en una multa. Esta medida se implementa con la intención de disminuir la frecuencia de accidentes en tramos de caminos peligrosos.
Los radares de inclinación se podrían implementar en otros territorios
La tecnología detrás de estos radares permite medir el grado de inclinación de las motos de manera precisa. Además, las fotografías capturadas pueden revelar comportamientos riesgosos, como el roce de la rodilla o el codo con el suelo, lo que podría resultar en multas más severas.
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Las fotografías capturadas pueden revelar comportamientos riesgosos, como el roce de la rodilla o el codo con el suelo, lo que podría resultar en multas más severas.
Aunque inclinarse en una curva es una técnica natural para los motociclistas, hacerlo en exceso puede considerarse conducción temeraria, especialmente en carreteras abiertas al tráfico.
Su aplicación responde a la preocupación por la alta tasa de accidentes en ciertas áreas. La efectividad de esta medida podría determinar su adopción en otras partes del mundo, como España y otros países del continente europeo.
La instalación de estos generó rápidamente varios debates en la redes sociales sobre la libertad de los motociclistas y la seguridad vial.
Muchos motociclistas insisten en que, antes de llegar a esta radical medida, se podrían tomar otras acciones, como capacitaciones obligatorias para usuarios de motos, entre otras.
Vía | Motorbike Magazine
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