La última creación del preparador de motos Robert Ransom elevó el arte de las motocicletas a una nueva dimensión con la Archangel. Esta Cruiser personalizada no sólo redefine la estética y el rendimiento, sino que también desafía las convenciones al costar tanto o más que un Lamborghini.
Ransom, con más de 20 años de experiencia en la creación de motos personalizadas, dedica meticulosamente ciento de horas a cada obra. En su taller de New Jersey, USA, construye cada Archangel desde cero, asegurándose de que tengan su propio número VIN (Vehicle Identification Number) y una identidad inmejorable.
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Ransom, con más de 20 años de experiencia en la creación de motos personalizadas, dedica meticulosamente ciento de horas a cada obra.
Archangel es atemporal y salada
La Archangel es una manifestación de la filosofía de Ransom, que busca fusionar el arte atemporal con las maravillas tecnológicas de vanguardia. Con un motor japonés de 4 cilindros en línea de 1,000 cc, refrigeración líquida y 185 CV de potencia, la máquina pesa sólo 200 kg. La singular disposición de los faros, la inclinación de las horquillas y el neumático trasero súper dimensionado dan a la Archangel una estética intrigante y distintiva.

Silenciador en forma de cuerno de la Archangel
Sin embargo, el aspecto más impactante de la Archangel es su precio, que supera el 1.2 millón de euros. Ransom justifica este costo al enfocarse en la exclusividad y la opulencia de esta obra maestra de la ingeniería.

La singular disposición de los faros, la inclinación de las horquillas y el neumático trasero súper dimensionado dan a la Archangel una estética intrigante y distintiva.
Por ejemplo, el sistema de escape de acero inoxidable y titanio está inspirado en MotoGP y el faro frontal LED permanece semioculto entre las formas. Con una línea roja que llega a las 13.000 rpm, esta bestia trasunta potencia bruta y prestaciones extraordinarias.
Con la Archangel, Ransom va más allá de la estética extravagante. Es una moto que transmite una experiencia de conducción incomparable por sobre el lujo y la artesanía exquisita que desborda toda fantasía. De ahí que su precio rivaliza con algunos superdeportivos de cuatro ruedas.
VÍA | Robert Ransom | Forbes







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