El Gobierno Nacional tiene en carpeta una estrategia que busca potenciar la fabricación de motos en el país y llegar al 15% de integración de componentes nacionales.
La iniciativa ya fue consensuada con el sector privado y los sindicatos. Se reflota así un viejo anhelo que, por los vaivenes económicos y financieros del país, nunca se llegó a cumplir en su totalidad.
Cabe recordar que actualmente el mercado se mueve por tres carriles en Argentina. La importación del vehículo completo armado, la importación de las motos completas pero desarmadas (CKD) y el esquema IKD que refiere la importación por partes.
La intenciones están puestas en profundizar esta última variante y fomentar el desarrollo de la cadena de proveedores locales. ¿Cómo? Las motos que se importen por partes no tendrán que pagar el arancel de bienes suntuarios dispuesto por el Gobierno.

Más precisiones
El plan de producir motos «más argentinas» propone en primer lugar «perfeccionar el régimen vigente (decreto 81/2019), en orden de incrementar la variedad de modelos alcanzados”. La normativa mencionada tiene una serie de beneficios impositivos para quienes alcancen el 7% de integración nacional durante el 2020 y el 9% durante el 2021.
La iniciativa plantea extender el alcance a una mayor cantidad de motos pero “mejorar el nivel objetivo de integración nacional de partes elevándolo hasta un 15%”.
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Otro de los ejes planteados es “la normalización de los procesos de certificación y homologación para vehículos con motorización alternativa”. En este caso, la referencia es a los vehículos eléctricos de dos y tres ruedas de baja potencia que ya circulan por las calles de las principales ciudades. La medida buscará “simplificar y agilizar” los trámites para la fabricación y comercialización.
Las motos que se importen por partes no tendrán que pagar el arancel de bienes suntuarios dispuesto por el Gobierno.
¿Y las Premium?
La escasez de dólares en el Banco Central (BCRA) llevó al Gobierno Nacional a disponer restricciones para las importaciones de bienes suntuarios, entre los que se encuentran motos de alta gama. La autoridad monetaria determinó que quienes importan «bienes suntuarios recién podrán acceder al mercado de cambios un año después del despacho a plaza para pagar el producto».
Esta medida encendió alarmas en diversos sectores como fueron los concesionarios Premium, que unas semanas atrás alertaron sobre la posibilidad de que desaparezca vehículos de lujo, al quedar su ingreso al país dependiendo aún más de la espalda financiera de cada terminal y su capacidad para exportar.
Sin embargo, el plan de sustitución de importaciones, con la meta a fortalecer la producción nacional, podría llegar a impactar positivamente también en los modelos de alta gama.
La visión de Acara Motos
En este sentido, el objetivo está puesto «en llegar a una integración del 15% de partes nacionales en las motos que se ensamblan dentro del país», según señaló Emanuel Lastra, referente regional de Acara Motos (División Motovehículos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina).
Según explicó el directivo a Rosario 3, «la disposición del Banco Central impone un período de 90 a 365 días para que se pueda lograr el financiamiento para acceder al mercado oficial. No es que se cierra la importación, sino que hay que lograr que la terminal financie la compra del producto y las concesionarias lo hagan recién partir de un año». Una traba importante.
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Es por eso que la idea es ir hacia una mayor integración de piezas nacionales en las motos, beneficiando a quienes importen las motos por partes y les incorporen un cupo de partes nacionales, implicaría que «no te aplican el arancel de bienes suntuarios que, dependiendo la cilindrada, van del 15% al 35%», señaló Lastra.
Lastra consideró como muy positivo que «Argentina sea uno de los únicos países donde se empiezan a ensamblar marcas importantes a nivel mundial como Kawasaki o Royal Enfield. Esto sin dudas favorece la producción nacional y porque se generan puestos de trabajo».
Hay un inconveniente
No obstante, indicó que «el problema con las motos de muy alta gama es que no se les puede aplicar ningún elemento de fabricación nacional por el nivel de tecnología que utilizan en su fabricación. Si bien entiendo que la medida tiene que ver con equilibrar un poco la balanza comercial, hay concesionarios que trabajan solo con importados y esta resolución los perjudica muchísimo», se lamentó Lastra.
De todos modos, el directivo de Acara Motos se mostró confiado en que «a mediano plazo se normalice el ingreso de motos Premium porque hay un mercado, más chico, pero con fuerte capacidad adquisitiva, que busca y requiere este tipo de vehículos alta gama. No se lo puede desatender mucho tiempo. Creo que durante este año las restricciones van a continuar, pero que el año que viene ya se van a empezar a levantar».
Créditos: Ámbito – Rosario3/Ecos365







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