Se espera un anuncio oficial de alguna de las dos firmas. Lo que sí se confirmó en Europa es que KTM inició un salvataje de la española Gas Gas.
Medios italianos dan cuenta de que Kawasaki se haría de los derechos de la mítica firma local Bimota, marca emblemática pero en bancarrota, que fundaron apenas iniciada la década de los ‘70 por Valerio Bianchi, Giuseppe Morri y Massimo Tamburini.
No hubo ningún comunicado oficial acerca del traspaso a Kawasaki pero varios portales colegas de la península itálica dejaron trascender el rumor e incluso proveedores de motopartes confirmaron que la nipona “ya se puso en contacto” con ellos.
Cabe recordar que, si bien nadie se hizo cargo ratificar la versión que indicaba que Bimota estaba cerca de su cierre, el sello que pertenece actualmente a Marco Chiancianesi y Daniele Longoni lanzó su último modelo en 2015: Bimota Impeto.
No hubo ningún comunicado oficial acerca del traspaso a Kawasaki pero varios portales colegas de la península itálica dejaron trascender el rumor e incluso proveedores de motopartes confirmaron que la nipona “ya se puso en contacto” con ellos.
A esta altura y con el Tokio Motor Show y el Salón de Milán a la vuelta de la esquina, es probable que la noticia sea confirmada en uno de esos dos ámbitos de repercusión mundial.
KTM salvó a Gas Gas
El grupo KTM y Black Toro Capital, crearon un “joint venture” para reactivar Gas Gas. El acuerdo, que incluye la compra del 60% del capital por parte de la austríaca, permitirá ampliar la producción de la planta de la catalana en Salt (Girona).
La idea es producir un relanzamiento global de la marca española como líder mundial en motos de Trial, gestionar la ampliación de la planta, el desarrollo de modelos y garantizar la estabilidad para 125 empleados que padecían la incertidumbre de no saber qué iba a suceder con sus fuentes laborales ante la endeble situación económico-financiera de Gas Gas.
También significará un impulso importante para la producción de motos eléctricas de los sellos BTC, Torrot y Muving.
La idea es producir un relanzamiento global de la marca española como líder mundial en motos de Trial, la ampliación de la planta, el desarrollo de modelos y garantizar la estabilidad para 125 empleados que padecían la incertidumbre de no saber qué iba a suceder con sus fuentes laborales.
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